La extracción de la leche es un proceso que se puede realizar a mano o mediante una bomba. Aprende a extraer la leche materna.
Procura que esté limpio todo aquello que entre en contacto con la leche del pecho. Si utilizas una bomba de extracción, esterilízala siempre antes y después de su uso. Esteriliza los recipientes.
Extracción manual
- Antes de empezar, lávate bien las manos con agua caliente y jabón, y date un suave masaje en la mama
- Sujeta la mama justo por encima de la línea del pezón (la zona más oscura)
- Presiona con suavidad, colocando el pulgar y el resto de los dedos como si fuesen una copa. No tienes que sentir dolor (no aprietes directamente el pezón, pues te dolería y no podrías extraer la leche)
- Afloja la presión y vuelve a apretar de modo rítmico. No deslices los dedos sobre la piel. Al principio saldrán solo unas gotas, pero al mantener el movimiento de succión favoreces la producción de leche. Con la práctica y un poco de tiempo conseguirás que fluya la leche
- Cuando deje de aflorar leche, cambia los dedos de posición colocándolos en otra zona de la mama y repite la operación
- Cuando veas que el flujo disminuye, cambia a la otra mama. Sigue alternando las mamas hasta que el flujo sea muy lento o se detenga
- Si no sale leche, desplaza los dedos con suavidad acercándolos y alejándolos del pezón o aplica un suave masaje a la mama
- Sujeta un biberón o recipiente esterilizado debajo del pecho para recoger la leche que fluye
Elige una bomba de succión adecuada
Hay diferentes modelos de bombas; pide consejo o averigua si puedes probar alguna antes de comprarla. Asegúrate siempre de que la bomba y el recipiente estén limpios y esterilizados antes de usarlos.