Las mejoras en la visión y la percepción de la profundidad no solo han despertado la curiosidad de tu bebé por el mundo que le rodea, sino que han establecido también una constancia de formas, que le permite reconocer que su osito de peluche sigue siendo su osito de peluche aunque esté boca abajo. Estimula su desarrollo visual proporcionándole un lugar tranquilo para jugar (preferiblemente sin TV) con objetos que sean visualmente estimulantes colocados en lugares, alturas y distancias diferentes. De esta forma le resultará más fácil centrar su atención y le motivará a explorar y aprender. Deja también que se vea a sí mismo. Coloca un espejo irrompible de buena calidad, sin bordes afilados, en la cuna de tu hijo para que pueda mirarse y sonreírse.
¿Por qué es importante la alimentación?
El pediatra es quien mejor te puede asesorar sobre el cuidado y la alimentación de tu bebé.
Todos los nutrientes son importantes, pero algunos de ellos requieren especial atención para que el bebé reciba las cantidades que precisa su desarrollo, como por ejemplo de DHA. La ingesta materna de DHA favorece el desarrollo ocular normal del bebé alimentado al pecho. El DHA es un tipo de ácido graso omega-3 que está presente en la leche materna. Forma parte natural de la dieta del bebé. Cuando nazca, recibirá el DHA a través de la leche materna, por lo que conviene que tú sigas tomando salmón, atún, caballa o suplementos.