¿Tienes dudas sobre qué alimentos le puedes dar a tu pequeño durante su primer año de vida? No te preocupes, es normal. Esta etapa es clave para su correcto desarrollo, por lo que su nutrición debe contener todo lo necesario para asegurarle un crecimiento normal y seguro. La leche materna es el mejor alimento que le puedes dar a tu bebé. De hecho, la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del pequeño, ya que es una etapa llena de cambios.
Sin embargo, cuando la lactancia materna no es posible la leche en fórmula se puede utilizar como sustituto para así cubrir sus necesidades nutricionales según la etapa. ¡Compartimos contigo algunas recomendaciones para que tu peque crezca sano y fuerte durante el primer año! Esperamos que te sirvan de ayuda. ¡Seguro que lo harás súper bien!
Nutrición del bebé de 0 a 6 meses
Durante esta fase, el bebé obtendrá de la leche materna todos los nutrientes que necesita para desarrollarse sin problemas. ¿Sabes lo que recomiendan los profesionales a las mujeres que están dando el pecho? Si te encuentras en periodo de lactancia, lo más recomendable es que tomes suplementos de vitamina D (10 microgramos [μg] al día) para aumentar tus reservas y las de tu hijo. Puedes consultar con el pediatra para saber qué suplementos son los más adecuados para el bebé durante el periodo de lactancia natural.
Durante esta etapa, el pequeño obtiene, de la leche materna, el DHA; un ácido graso Omega-3 esencial para el desarrollo visual y cerebral de los bebés. Este poderoso nutriente pasará de forma natural de la madre al hijo, motivo por el cual es importante que, durante el embarazo y el periodo de lactancia, procures consumir alimentos que contienen DHA y precursores de este:
- Pescados azules con alto contenido en Omega-3: salmón, atún, caballa, etc.
- Frutos secos: nueces y semillas.
- Aceites: aceite de soja, aceite de canola, aceite de oliva, etc.
- Otros alimentos: huevos, yogur o bebidas de soja.
Las mujeres que dan el pecho necesitan, diariamente, 200 mg de DHA por encima de la ingesta diaria de ácidos grasos Omega-3 recomendada para los adultos (250 mg de DHA y EPA). Alrededor de los 4-6 meses de vida, el pequeño iniciará una dieta variada, siempre siguiendo las recomendaciones del pediatra.
De 4 a 6 meses - Introducción de alimentos sólidos
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda introducir una dieta variada entre los 4 y los 6 meses de vida del pequeño. Durante este tiempo, y después de consultar con el pediatra, puedes empezar a diversificar gradualmente la dieta del bebé introduciendo los primeros alimentos sólidos: frutas y verduras cocidas o en puré como complemento de la leche materna. Ten en cuenta que no se aconseja iniciar la diversificación antes de los 4 meses, ya que el aparato digestivo del niño todavía no ha madurado.
Si después de consultar con el pediatra decides introducir una dieta sólida antes de los 6 meses, conviene que evites determinados alimentos, ya que estos podrían provocarle alergias o sentarle mal al pequeño. Estos son algunos de ellos:
- Alimentos que contengan trigo y gluten.
- Frutos secos y semillas.
- Hígado.
- Huevos.
- Pescado y mariscos.
- Leche de vaca.
- Quesos blandos o sin pasteurizar.
- Bebidas vegetales.
- Miel.
- Alimentos fritos.
Si quieres saber más detalladamente cómo llevar a cabo esta diversificación, te recomendamos que leas este artículo sobre Cómo introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé, donde te explicamos todos los pasos necesarios para introducir nuevos nutrientes a la dieta de tu pequeño.
Durante esta etapa, muchas madres deciden pasar de la lactancia materna a la leche de continuación como complemento de una dieta diversificada del pequeño. Si te preguntas Cómo pasar de la lactancia materna al biberón, ¡haz clic en el enlace!
Si optas por la fórmula, descubre cómo darle biberón al bebé
El primer paso es aprender a preparar un biberón correctamente. Por este motivo, te sugerimos que leas este artículo sobre Cómo preparar la fórmula infantil, donde te mostramos algunas pautas para prepararlo correctamente. ¿Y cómo puedes administrarle el biberón? Estas recomendaciones básicas te pueden servir de ayuda:
- Ten en cuenta la postura: que el bebé esté cómodo es tan importante como que lo estés tú, ya que es esencial que no tengas prisa y que aprendas a disfrutar de estos momentos con tu pequeño. Puedes sentarte en un sitio tranquilo y apoyarte cómodamente con el bebé en brazos. A continuación, asegúrate de que la postura del pequeño también es la correcta, intentando que su cabeza esté siempre más alta que su estómago; lo que evitará que trague aire.
- Vigila la tetina: mantén el biberón ligeramente inclinado para que la tetina esté llena en todo momento y el bebé no trague mucho aire y, a la vez, respire con normalidad por la nariz.
- Expulsión de gases: es normal que el bebé trague algo de aire durante la toma del biberón. Este se acumula en su estómago y puede causarle molestias. Para asegurarte de que tu bebé elimina estos gases, puedes colocar su cabeza sobre tu hombro y darle unas suaves palmaditas en la espalda.
- Hablarle al bebé: hay bebés que se muestran nerviosos durante este momento. Normalmente, esta intranquilidad se debe a que tienen hambre y huelen el alimento, lo que les impacienta, o a la succión de aire que les molesta, pero no es nada grave. Para tranquilizar al bebé, es importante que le vayas hablando y le acaricies suavemente.
Nutrición del bebé de 6 a 12 meses
De los 6 a los 8 meses, el bebé se nutre principalmente de leche materna o, si lo prefieres, de fórmula de continuación. Sin embargo, y como hemos visto anteriormente, también debería empezar a tomar alimentos sólidos variados. Si la introducción de alimentos sólidos como frutas y verduras en puré se sucede sin problemas, puedes empezar a introducir los siguientes alimentos:
- Ternera y pollo cocido (ten cuidado con los huesos).
- Pescado triturado (limpia cuidadosamente las espinas).
- Pasta.
- Tostadas y pan chapata.
- Lentejas.
- Arroz.
- Huevo cocido aplastado.
- Yogur natural (sin azúcar añadido).
De los 8 a los 12 meses, el bebé se adaptará, gradualmente, a hacer tres comidas al día a base de alimentos blandos cortados en pedacitos, desmenuzados o en puré. A esta edad, la dieta del bebé debe estar compuesta por alimentos muy variados: frutas, verduras, yogur, pan, arroz, pasta, patatas, carne, pescado, huevos, legumbres y otras fuentes de proteínas no lácteas.
Recuerda que la leche de vaca no se recomienda como alternativa nutricional, ya que no contiene las cantidades adecuadas de los nutrientes necesarios para satisfacer las necesidades de los niños menores de 12 meses. Puedes introducir leche de vaca pasteurizada como bebida a partir de los 12 meses, o bien una fórmula láctea para niños de esa edad, como es el caso de Enfamil Premium COMPLETE 3.
Además, es importante tener en cuenta que el pediatra es quien mejor te puede asesorar sobre el cuidado y la alimentación de tu hijo.
Recomendaciones para una buena nutrición del bebé en el primer año de vida
A continuación, compartimos contigo algunas recomendaciones para que tu bebé lleve una buena alimentación y se nutra adecuadamente a lo largo de esta etapa.
- Evita los zumos de fruta durante los primeros 6 meses: aunque son una excelente fuente de vitamina C, contienen azúcares y ácidos naturales que pueden provocar caries al bebé. A partir de los 6 meses, puedes empezar a dárselos diluidos con agua en las comidas. Al tomar el zumo con los alimentos se reduce el riesgo de caries dental.
- Evita la miel durante el primer año: no solo debes evitar la miel durante el primer año de vida del bebé, también toda la repostería elaborada con este ingrediente. La miel puede contener bacterias causantes de botulismo, un tipo grave de intoxicación alimentaria, aparte de existir posibilidad de alergias al polen que contiene.
- Evita el pescado con alto contenido en mercurio: si bien el pescado azul se recomienda a partir de los 6 meses, evita darle a tu hijo pez espada, cazón o emperador, ya que tienen mucho mercurio.
- Pon atención a posibles atragantamientos: durante los primeros meses de vida, los bebés suelen atragantarse a menudo, ya que aún no controlan del todo algunas de sus funciones. Intenta triturar bien los alimentos para que el bebé pueda tragarlos con facilidad o, si optas por dárselos enteros, recuerda hacerlo en trozos muy pequeños. Los trozos grandes o irregulares podrían quedarse atravesados en su tráquea, obstruyendo el paso de aire, por ese motivo, te recomendamos que evites alimentos como:
- Pedazos de emparedado.
- Granos de uva enteros.
- Frutos secos como cacahuetes.
- Palomitas de maíz y patatas chip.
- Trozos crudos y duros de verdura.
- Caramelos duros, gominolas y “chuches”.
Conforme vayan pasando los 12 meses, irás viendo qué alimentos le van mejor a tu pequeño y cuáles son los que no le sientan del todo bien. ¡Acabarás conociendo sus gustos como nadie! Pero siempre deberás consultar con el pediatra cualquier cambio en la alimentación de tu hijo y él será el que mejor te recomiende. Esperamos que estos consejos te hayan servido de ayuda. ¡Ya verás que lo harás súper bien!
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Advertencia importante: la lactancia materna proporciona la mejor nutrición a los bebés.