La regurgitación o los vómitos de la leche en fórmula es más habitual de los que pueda parecer en un principio. Es por eso por lo que, si en algún momento te preguntas por qué mi bebé la vomita, en este artículo te ayudamos a aclararlo explicándote las causas más habituales por las que se produce la regurgitación de leche en fórmula y cuándo acudir al pediatra.
¿Por qué mi bebé vomita la leche en fórmula?
La regurgitación en los bebés puede parecer alarmante, pero ciertamente es algo muy normal en bebés menores de 12 meses. La regurgitación sucede porque el músculo que normalmente retiene el contenido del estómago es aún inmaduro. Al no estar suficientemente desarrollado, aún no es capaz de retener lo que el pequeño ingiere, como por ejemplo la leche en fórmula. Estos vómitos que parecen tan alarmantes, se dan cuando el bebé ingiere algo y luego se mueve demasiado, o bien cuando ha comido hasta llenarse mucho.
Así que si tu bebé regurgita sin llorar y de forma tranquila, no deberás preocuparte porque es algo normal en menores de un año. Es a partir del año cuando el músculo empieza a madurar y a retener el contenido estomacal, por lo que los vómitos se irán haciendo menos frecuentes.
Si este es el caso, no debes estar preocupada por posibles intolerancias, reflujo gastroesofágico o problemas estomacales. No obstante, si prefieres descartar estas condiciones, puedes consultarlo con el pediatra para que le haga un examen a tu hijo y comprobar que todo está bien.
Para evitar que tu bebé vomite la leche en fórmula, es importante que lo mantengas erguido durante las tomas o inmediatamente después de las mismas. También es recomendable que le ayudes a expulsar los gases tras las tomas para evitar que se acumule aire en su estómago, esto ayudará a disminuir el número de vómitos. Si quieres algunas recomendaciones respecto a este proceso, en nuestro artículo Consejos para ayudar al bebé a expulsar gases te las damos.
Diferencias entre vómitos y regurgitación en bebés
A pesar de que muchas personas piensan que es lo mismo, no lo es. Los vómitos y la regurgitación tienen sus diferencias. ¿Cuáles son? Vamos a verlas.
Regurgitación
Por norma general, los bebés recién nacidos pueden regurgitar parte de la leche. Esto suelen hacerlo tanto durante la comida como después de haber comido. En la regurgitación, la leche sube de forma espontánea hacia fuera de la boca del bebé, a veces en forma de eructo. Es precisamente por eso por lo que la regurgitación también es conocida como reflujo gastroesofágico. ¿Por qué se produce? Porque el anillo muscular que se sitúa justo al principio del estómago no se cierra por completo. La comida baja y sube sin nada que la frene.
Suele disminuir a medida que los bebés van creciendo y su sistema digestivo va siendo más maduro. En general, desaparece antes de que el bebé llegue al año de vida. En caso de dudas, te recomendamos que lo consultes con el pediatra.
Vómitos
Mientras que el reflujo gastroesofágico no es nada violento, los vómitos sí que pueden serlo. Ocurren cuando los músculos abdominales y el diafragma se contraen de forma fuerte mientras el estómago se relaja. Esto provoca que la expulsión de leche vaya acompañada de contenido estomacal y que sea una expulsión más violenta y desagradable. Es recomendable visitar al pediatra.
Cuándo ir al pediatra por las regurgitaciones del bebé
Es normal que, aun sabiendo que son comunes, te preguntes cuándo es el momento de ir al pediatra por las regurgitaciones del bebé. Si tu bebé muestra las siguientes señales aparte de la regurgitación, y sobre todo si esta aumenta, te recomendamos ir al pediatra.
- Llanto fuerte y/o prolongado durante o tras las tomas.
- Gestos de dolor.
- Irritabilidad.
- Pérdida de peso.
- Estancamiento del peso.
- Ruidos fuertes en la tripa.
- Estreñimiento.
- Diarrea.
- Arcadas y vómitos.
Si tu bebé muestra algunas de estas señales, podría indicar que las regurgitaciones son producto de alguna condición digestiva, por lo que se recomienda acudir al pediatra con tu hijo para que haga un diagnóstico y te dé el mejor tratamiento.
Si el pediatra recomienda cambiar la leche de fórmula
Recuerda que cualquier cambio de fórmula debería ser supervisado antes por el pediatra.
Lo primero que debes hacer es informarte sobre los tipos y marcas de leche artificial. Es muy importante descartar opciones y decantarte por la que va a satisfacer adecuadamente las necesidades nutricionales de tu pequeño en función de su edad.
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