Cuando esperan la llegada de un bebé, muchas mujeres se preguntan si pueden practicar sexo durante el embarazo. A menudo, se sienten incómodas cuando mantienen relaciones sexuales porque creen que el sexo puede afectar al bebé. Además, piensan que la barriga podría impedir ciertas prácticas sexuales habituales en la pareja. Si tú también tienes estas dudas, no te pierdas este artículo sobre el sexo y el embarazo.
El sexo durante el embarazo
Con frecuencia, el sexo es un tema tabú en nuestra sociedad. A todas nos cuesta hablar de ello, incluso con nuestro médico o matrona. Sin embargo, muchas futuras mamás tienen dudas sobre si pueden practicar sexo durante el embarazo. Son cuestiones importantes, ya que pueden afectar a su felicidad y, si existe, también a la de su pareja. Por este motivo, vamos a ayudarte a resolverlas.
¿Qué debes saber?
A lo largo del embarazo, una futura mamá experimenta muchos cambios hormonales y físicos. Por ello, esta etapa suele afectar a su vida sexual. Se debe a que dichos cambios pueden modificar el apetito sexual y la sensibilidad de los genitales y la vagina, así como las posturas que se lleven a cabo durante la gestación [1]. Por tanto, es común que el sexo habitual cambie, pero eso no significa que tengas que dejar de practicarlo.
¿Cómo afecta el embarazo a mi vida sexual?
Debido a los cambios hormonales que suceden en el cuerpo durante el embarazo, tu apetito sexual puede aumentar o disminuir a lo largo de la gestación. Durante el primer trimestre, por ejemplo, el cuerpo no experimenta grandes cambios, así que las relaciones sexuales suelen ser normales. Durante el segundo trimestre, los órganos sexuales femeninos se vuelven más sensibles, receptivos y lubricados [1]. Por tanto, el apetito sexual puede aumentar, aunque depende de cada mujer y sus experiencias.
Con el paso del tiempo, aunque exista apetito sexual, el crecimiento de la barriga y la pérdida de flexibilidad que esto conlleva puede llegar a impedir el coito. Sin embargo, no debemos confundir sexualidad con genitalidad. El sexo puede practicarse de muchas maneras, ya que todo nuestro cuerpo es sensible al tacto y puede experimentar placer. Por tanto, las relaciones sexuales no tienen por qué interrumpirse, solo modificarse.
¿Puedo practicar sexo si estoy embarazada?
Como hemos indicado, el embarazo puede modificar tu vida sexual y la de tu pareja. Sin embargo, no existe ningún problema para que una mujer embarazada, en condiciones normales, disfrute de unas relaciones sexuales satisfactorias [1].
Por tanto, lo más importante a la hora de practicar sexo durante el embarazo es la complicidad y la comunicación entre la pareja. La confianza entre ambos os permitirá solucionar las dificultades que puedan surgir a lo largo de la gestación y experimentar nuevas maneras de disfrutar juntos.
¿Puede afectar la práctica de sexo al feto?
El coito y el sexo no pueden afectar al bebé[1]. Tu pequeño se encuentra dentro del útero, que es independiente de la vagina. Además, está envuelto por las membranas fetales y el líquido amniótico, que le protegen del exterior y amortiguan los movimientos de tu cuerpo.
Por último, no debes olvidar que el placer no solo es beneficioso para ti y para tu pareja sexual, sino también para el bebé. Tu pequeño y tú estáis íntimamente conectados y lo intercambiáis todo, incluidas las sustancias relacionadas con el placer. Por tanto, si tú eres feliz, tu bebé también lo es.
Qué debo tener en cuenta
Ahora que sabes que sí se puede practicar sexo durante el embarazo, debes conocer ciertos aspectos a tener en cuenta. Desde el comienzo de la gestación, pueden existir contraindicaciones para mantener relaciones coitales. Por ejemplo, no se recomienda practicar el coito si aparecen [1]:
- Hemorragias: en caso de sangrado vaginal, se recomienda un reposo total, ya que los esfuerzos de la madre pueden aumentar la probabilidad de aborto.
- Contracciones: si aparecen contracciones de manera prematura, también existen posibilidades de abortar y se recomienda reposo.
- Rotura de membranas fetales: el coito puede aumentar el riesgo de infecciones.
Debido a los cambios que experimenta tu cuerpo, también es posible que experimentes miedo, molestias o incomodidad durante las relaciones sexuales. En este caso, lo más recomendable es que se lo comuniques a tu pareja para que podáis compartir otras maneras de disfrutar juntos. Esta etapa puede servir para estrechar los lazos que ya tenéis.
Tampoco debes olvidar que, aunque estés embarazada, el uso de preservativo te ayudará a prevenir enfermedades de transmisión sexual. Éstas también pueden afectar a tu bebé. Además, si tienes cualquier duda sobre el sexo u otro tipo de prácticas durante el embarazo, no olvides que puedes consultar con tu matrona o tu médico siempre que lo necesites. Ellos son unas de las personas más indicadas para ayudarte en esta etapa de la vida.
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Advertencia importante: la lactancia materna proporciona la mejor nutrición a los bebés. El pediatra es el que mejor te puede asesorar sobe el cuidado y la alimentación de tu hijo, y sobre los alimentos que debes añadir a la dieta conforme va creciendo.
Referencias:
- Asociación Española de Matronas. (2008). Los consejos de tu matrona.